martes, 5 de mayo de 2009

CUENTO "LA PRINCESA Y LAS ABEJAS"

Érase una vez que se era una princesa, que vivía en un castillo con un enorme jardín lleno de bellas flores de colores . Todos los días la princesa bajaba al jardín a oler el aroma de las flores .
Su papá el rey miraba muy satisfecho a su hija y ordenaba a los jardineros que cuidaran el jardín con mucho cariño para que las flores fueran felices y llenasen de aroma de primavera el aire.
Un día de mayo, la princesa bajó como siempre a su jardín a oler las flores, y se acercó a unos bellos tulipanes amarillos. Pero dentro de los tulipanes había una linda abejita, que trabajaba buscando comida para fabricar riquísima miel. Al acercarse al tulipán, la abejita se asustó y le picó en la nariz a la princesa.
¡Ay! Gritó la princesa, y salió corriendo a llamar a su papá el rey:
Pápá, papá, me ha picado una abeja en la nariz y me duele mucho. ¡Las abejas son malas, quiero que las eches del jardín!
"Soldados, id con vuestras lanzas y espadas y echad a las abejas del jardín", dijo el rey.
Pero los pobres soldados no pudieron echar a las abejas, porque se defendieron picándoles con sus aguijones.
Entonces ,el rey tuvo que llamar al sabio anciano del palacio ¿Qué puedo hacer para echar a las abejas del jardín?
"Haz una gran hoguera y con el humo, las abejas se irán muy mareadas", dijo el sabio.
Entonces, el rey mandó a los soldados que hiciesen una gran hoguera , y con el humo las abejas se asustaron y la abeja reina dijo: ¡Venga, vámonos muy lejos de aquí !
Así que las abejas se fueron volando y las flores se quedaron muy solitas. Cuando bajó la princesa, quiso disfrutar de las flores, pero ¡oh,no! las flores se habian quedado muy tristes , estaban mustias y decaidas.
La princesa rompió a llorar, se encerró en su habitación y no quería salir ni hablar con nadie.
El rey, preocupado, llamó al sabio del palacio, y le preguntó: ¿ Qué le pasa a estas a flores, que no consiguen alegrar el corazón de mi bellísima hija ?
El sabio contestó: Majestad, las flores viven gracias a los pequeños bichitos que juegan, saltan y se alimentan de ellas, dandoles alegría y realzando su belleza .
La princesa, de repente entendio que la naturaleza es sabia, y que todas las criaturas tienen su misión en el mundo, y que había que llamar a las abejas.
El rey, convencido, ordenó llamar a las abejas, y éstas pusieron una condición:
"Volveremos, pero para que podamos vivir felices y fabricar miel, necesitamos que nos construyais unas casitas que se llamarán colmenas"
El rey contestó que SI, las abejas volvieron, las flores de nuevo alegraron el jardín con sus lindos colores y maravillosas fragancias. La princesa volvió a sonreir , se acercó a las flores y las trató con mucha delicadeza, respetando a todos los seres vivos.
Para celebrarlo, el rey organizó una gran fiesta en el palacio, y las abejas regalaron su miel para hacer ricos dulces.
Y COLORIN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO.

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